Por Chano Montelongo
El minúsculo Mahahual es, en realidad, un gran “microuniverso” donde siempre –para bien o para mal- está pasando algo, no sólo bajo el agua, en nuestro maravilloso arrecife, sino fuera también, en los manglares, en el pueblo e, incluso, en negocios tan pequeños como el nuestro. Ante mis ojos de periodista son grandes historias desaprovechadas y, por eso, este blog servirá para contarles esos episodios cotidianos que pasan desapercibidos para la mayoría pero que son importantes para los que estamos detrás de esta pequeña fábrica de ilusiones que es Pepe Dive Mahahual. Asómensen a esta pequeña ventana con vistas a Mahahual y sepan, que por muchas cosas que aquí ocurran, siempre todo acaba igual… tranquilo y tropical.
Un Tótem para celebrar el Día Mundial de los Océanos
Los océanos desempeñan un papel vital en el equilibrio de nuestro planeta pero, inevitablemente, año tras año se marchitan. Estamos extrayendo de ellos más de los que se puede reponer y es urgente devolverles su vitalidad para que tengan una nueva vida. Estos son los principios que persigue la celebración, hoy 8 de junio, del Día Mundial de los Océanos. Leer más ““El baile de los malditos””
Los buzos, como toda tribu que se precie, comparten metas, usos y costumbres. En Pepe Dive Mahahual, en donde no tenemos ningun tipo de complejos, siempre nos hemos sentido muy ligados al grupo al que orgullosamente pertenecemos. Esto se llama “tribalizarse” y, por eso, nos hemos tribalizado más si cabe. Leer más “Pepe Dive Mahahual, más tranquilo y tropical que nunca”
A pesar de la existencia de un puerto para grandes cruceros, Mahahual sigue siendo el “ultimo rincón de auténtico Caribe” que le queda a México, muy alejado en concepto de las grandes mecas de turismo como Cancún, Playa del Carmen y Tulum y de la masificación y ambiente fiestero que las hace tan populares. Mahahual, “Tranquilo & Tropical”, como dice nuestro lema, sigue siendo un reducto de paz alejado del bullicio que lucha por conservar el auténtico ambiente de un pueblo caribeño de pescadores y, en cierta manera, me recuerda a la famosa aldea gala de las historias cómicas francesas de Astérix y Obélix (Uderzo y Goscinny, 1959), rodeada y hostigada por el Imperio Romano pero nunca conquistada…, gracias a una poción mágica que bebían sus habitantes.
Leer más “SI NO TE QUIERES ALINEAR, ENTRE BURBUJAS VIVIRÁS…”
Además de sus famosos tiburones gata y sus maravillosos arrecifes de coral, el atolón de Banco Chinchorro, declarado Reserva de la Biosfera, alberga un “tesoro” aún mas deseado por los buceadores: un cementerio de históricos naufragios desde el siglo XVII hasta la actualidad, conformado por un total de 70 pecios. Leer más “EXPEDICIÓN PECIOS DE CHINCHORRO”
Me llamo Pepediver, soy divemaster y fui abducido hace unos años por un O.B.N.I. (Organismo Buceable No Identificado). Sé que pocos creerán lo que voy a contar…, pero esta es mi propia historia: Leer más “PEPEDIVER, la historia de una abducción”
“Hola, mi nombre es Chano Montelongo… y soy biofílico”. Así me veo dentro de un tiempo, como en una terapia de grupo por dependencia o por enfermedad crónica. En un mundo cada vez más artificial e insensible, los biofílicos como yo empezamos a ser un estorbo o, en el mejor de los casos, un friki que está a punto de desaparecer. Leer más “Soy biofílico ¿Quién le entra?”
Tras 40 años explorando los fondos marinos del planeta y 12.000 inmersiones en mi haber…, después de haber visto todo tipo de criaturas extraordinarias y vivido situaciones y experiencias únicas, hace unas semanas tuve el privilegio de ser testigo de un acontecimiento grandioso bajo las tranquilas aguas del Parque Nacional de Xcalak…
…una hembra de manatí pariendo a su cría…, sublime y doloroso a partes iguales.
Leer más “BUCEO EN XCALAK: NATURALEZA IMPREVISIBLE Y SALVAJE”
Cada vez son más los niños que pasan por nuestra escuela de buceo. Se les detecta a distancia: son decididos, tienen desparpajo, lo saben todo sobre protección ambiental y aún no suelen medir más de un metro y medio. Son nuestros #pepedivers, que viene a ser lo que en mi generación llamaban JASP (jóvenes, aunque sobradamente preparados) y hoy llamarían PGB (pequeños grandes buzos).
Me gusta mecerme en el silencio de un naufragio porque, tras él, se esconde siempre un drama…, y no por esos lamentos angustiosos que percibimos los buceadores entre barandillas rotas y pasarelas oxidadas al oír el crujir de estos gigantes dormidos…, sino porque todo barco se hizo para estar sobre las aguas. Por eso un pecio siempre es la tragedia materializada. Leer más “El cementerio de los barcos olvidados”
